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Hace poco, un colega que conoce mis gustos me dijo que tenía que ver la serie Utopía. Aprovechando un rato libre una noche cayeron dos capítulos. El finde siguiente cayó el resto de la primera temporada casi sin pestañear. Me flipó la temática, el ambiente, la trama, la narrativa… me parece la leche, aunque tampoco soy muy cinéfilo y puede que me deje impresionar por poco. No importa, la cuestión es que me ha encantado. Pero claro, para una cabeza que no para de pensar una serie de ese tipo supone gasolina y mechero. Y de ahí sale este post.

Lo primero que pienso cuando acaba la temporada primera es: ¿cómo es que echan esto en la tele? No contaré mucho para no joderle la fiesta a quien no la haya visto, pero me sorprende un montón que esto se emita teniendo en cuenta el contenido del guión, que para mí poco tiene de ciencia-ficción, la verdad. No digo que crea que esa es la verdad, porque no creo en la verdad absoluta de nada, pero sí sospecho que por ahí van los tiros. Me resulta más coherente lo que cuenta la serie que todo lo que me intentan vender por medios oficiales. Y lo fuerte es que el guión, o al menos lo que insinúa, a priori deja con el culo al aire a grandes poderes de las élites como los gobiernos y las farmacéuticas y los que están por encima: los auténticos ricos. Y si tenemos en cuenta la “crisis de ébola” que nos están vendiendo por la tele todos estos días, la serie ya es que viene al pelo. Lo jodido es que pones un telediario, luego cambias a la serie y casi no notas la diferencia (en cuanto a contenido y alarmismo, por ejemplo). Después de pensar esto y sorprenderme que esta serie la pongan en las televisiones, me paro a pensar en cómo han cambiado las cosas acerca de la información y el conocimiento, y añadiendo el ingrediente “tecnología”, estoy listo para preparar mi batido de cacao mental:

Cuando no existía la tecnología, el conocimiento y la cultura se controlaban mediante una especie de sistema piramidal en el que la base no se iba a enterar de nada que la punta no quisiese. Y en la punta había una cabeza visible que era la religión, donde cardenales, arzobispos, obispos y sacerdotes acumulaban las fuentes de conocimiento para ocultar y dosificar información según les convenía. Si alguna vez se filtraba algo, por aquel entonces no se podía difundir ni fácil ni masivamente. Y el que se salía de la línea, a la hoguera sin dudarlo. Dios ha sido utilizado a lo largo de la historia como excusa de muchas barbaridades (no hay más que ver la Santa Inquisición por poner un ejemplo fácil). Pero llegó la tecnología y la pirámide se empezó a tambalear. Y ya con internet la cosa se les puso complicadísima. Ya no se puede contener una idea, ni encerrar al autor, ni confiscar el manuscrito, ni quemar al predicador. Todo ocurre muy rápido incluso para las élites. Digamos que se les dio la vuelta la tortilla.

Doy por hecho que los que están por encima de todo esto son inteligentes. Y muchas otras cosas, está claro, pero inteligentes seguro. Así que parece que se hubieran adaptado al giro de tortilla y volviesen a utilizarlo todo a su favor. Me explico: sabiendo que no se puede controlar la difusión del conocimiento por internet (de momento), ¿puede ser que hoy la forma de ocultar sea mostrar? ¿Puede ser que las cosas estén tan a la vista que pasen desapercibidas? ¿Podría ser que la mejor manera de ocultarnos algo hoy sea incluirlo en nuestro entorno? Ejemplo: llevas años viviendo en el mismo barrio, pero ¿cuántas farolas tiene tu calle? Utilizando como ejemplo la serie: ¿podría ser que cuente la verdad pero al mostrártela tan obvia y además bajo la etiqueta de serie de ciencia-ficción, sirva para que la mayoría de las personas asimilen esa idea como no-verdad?

Todo esto parte de la base de que el argumento de la serie me parece supercoherente como posible explicación a lo que estamos viviendo como humanidad, desde la decadencia de África hasta la crisis financiera. Pero es que para colmo, la crisis del ébola que se han inventado me parece ya la guinda. Pero claro, si le dices a alguien que nos quieren controlar a través de las vacunas (entre otras cosas), fácilmente te podría decir: “anda ya, chalao, si eso es una serie de tv. Yo también la he visto”.

Es cierto que cada vez hay más gente fuera del tiesto, la prueba más cercana está en que muchísima gente no se está creyendo lo que dicen del ébola, como no se creyeron la gripe A, como no se han creído los motivos oficiales de la crisis europea, o cómo en su día no creyeron la explicación que se dio oficialmente a la caída de las Torres Gemelas (para mí, un punto de inflexión en el cambio de conciencia de muchísimas personas). Pero por cada uno un poco más despierto, parece que hubieran diez aún más dormidos. ¿Cuántos de los que ven Utopía se plantearán el argumento? Igual son más de los que creo. La maquinaria del poder es poderosa, valga la redundancia, y siempre van por delante. Nos llevan a donde quieren y saben qué vamos a querer, quizás porque hacen que lo queramos. No tienen más que ponernos el cebo y ahí vamos a picar.

Y con este post no estoy diciendo o defendiendo ninguna verdad, sólo planteo cuestiones. Yo no me creo nada sino que más bien dudo de todo. Y de ahí surgen estas cosas, no es voluntario ni me esfuerzo en pensar. Lo que sí tengo claro es que los de arriba nos quieren pobres, en todos los sentidos.

La mayor pobreza es la ignorancia
Panchatantra

Sea como fuere, de lo que sí estoy convencido es de que las personas no estamos en buenas manos.

P.D.: El tema de las vacunas, al margen de la serie, es una movida. A raíz de un artículo del doctor Andrew Wakefield en 1998 en la revista The Lancet, se abrió un debate acerca de la relación entre las vacunas infantiles y casos de autismo, supuestamente provocados por el alto contenido en mercurio de estas (presenten en el tiomersal, que se usa como conservante).  Según muchos estudios, no existen evidencias científicas de esta relación, aunque sí que las hay acerca de la toxicidad del mercurio en sangre (por ejemplo, a las embarazadas se les recomienda no comer atún por su alto contenido en mercurio consecuencia de la contaminación de las aguas). Y a mí, que no haya estudios concluyentes no me deja tranquilo porque ya se sabe qué hacen los altos poderes con quien cuestiona su chiringuito, y ni que decir tiene el tipo de mafia que son las famacéuticas. Sirva de ejemplo el acoso y los ataques que está sufriendo Pablo Iglesias en nuestro país por enfrentarse a lo establecido. En fin… en cualquier caso, el tema de las vacunas es digno de estudio, de investigar y de sacar cada uno sus conclusiones. Y la serie está guapísima para mi gusto.

=HoZoNe=

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